Quizás fue algo precipitado, pero me enamoré con 16 años del que fue para mí, mi primer y único príncipe azul ...Es verdad que el corazón no entiende de edades pero si de sentimientos.
Disfrute de la vida, viajes, planes futuros, regañinas de novios, un amor a distancia en muchas ocasiones, pero todo ello hacía sentirme feliz y crecer a su lado era bonito...
Pasados ya unos años decidimos casarnos, construimos nuestra propia casa soñada, todo con mucha ilusión, pensamos en cada detalle de la boda, el viaje de luna de miel, un futuro con hijos, nuestro sueño o quizás solo el que al final tristemente fue el mío solo...
Durante años disfrute de mi felicidad al lado de esa persona, cada mañana le miraba al despertarme, todo ello normal en una mujer enamorada, una felicidad casi plena, con el tiempo decidimos aumentar nuestra familia y llegó a nuestras vidas una pequeña y preciosa ranita, nos empeñamos en ser los mejores padres sin un libro de instrucciones, tarea a veces complicada pero que poco a poco logramos superar, cinco años más tarde otro renacuajo volvió a llenar de nuevo de alegría nuestras vidas, ya eramos una pequeña familia ...
Ahora ya pasado este tiempo con todo lo vivido me pregunto ¿ fue el amor de mi vida? o quizás era tan joven y estaba tan ilusionada que quizás lo que buscaba era mi príncipe azul pero aquí comenzó mi desilusión y este príncipe empezó a desteñir...
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